Si ya has probado la depilación láser, seguramente dirás que el IPL es exactamente lo mismo, solo que le cambiaron el nombre, en las próximas líneas te explico la diferencia y ventajas
El IPL trabaja con diferentes longitudes de onda, permitiendo:
La personalización de tu tratamiento depilatorio: tras realizar un estudio de las propiedades de tu piel y vello, el aparato de IPL se ajusta a las características obtenidas en el mismo.
Se pueden tratar más tipos de pelo con un único aparato: las máquinas de IPL cubren las mismas prestaciones que diferentes equipos de láser, por lo tanto un mismo equipo actúa tanto sobre el vello fino como el grueso.
Permite eliminar vellos con menor coloración: Si tienes el pelo oscuro y la piel clara, maximizas la eficacia de la depilación
Cada disparo de luz cubre una superficie de 5 cm2: El ILP permite eliminar más vello por cada disparo, lo que acorta significativamente la duración de cada sesión.
Permite tratar depilar grandes extensiones de piel: esto hace que sea una técnica especialmente indicada para los hombres, que, además de tener una mayor densidad de vello, este cubre mayores superficies.
Es una técnica indolora: no sentirás dolor, solo tendrás una ligera sensación de calor en la piel y el equivalente a un leve pinchazo con cada disparo. Gracias a esta gran diferencia con respecto a la depilación laser, se pueden trabajar las zonas más sensibles de la piel: cara, axilas, ingles, glúteos, interior de piernas y muslos y pecho de manera mucho más relajada.
Los efectos adversos son mínimos: solo mostrarás un enrojecimiento de la piel con una leve sensación de calor que desaparece en pocas horas.